Desde el 2003 se han gestado de manera continua actividades relacionadas con el quehacer cinematográfico en la región sur del estado de Veracruz, desde muestras y concursos de cortometrajes, pasando por talleres, la creación de cineclubs, foros, conferencias, así como rodajes de series y películas para productoras internacionales.

En los últimos años -para bien- el sur de Veracruz ha destacado por sus eventos, así como en sus representantes en el arte y la cultura, (basta pensar en Los Cojolites o Tía Cayita, por ejemplo). Pero también ha aumentado en sus niveles de inseguridad y violencia, considerándose a Coatzacoalcos como una de las ciudades más violentas del país, siendo, hasta el momento, un problema que modifica en gran medida -para mal- la vida de quienes vivimos en esta región.

Aquí es donde el reto se pone interesante, ¿cómo hacerle para concebir -porque justo así es, son nuestros bebés y duelen también- eventos culturales cuando la violencia e inseguridad nos abruman día a día, los comercios cierran y la gente decide irse de aquí?, en mi experiencia sólo encuentro una forma: hacer las cosas con INTENCIÓN.

En la vida debemos tener un motivo, un objetivo, y cuando uno decide llevar a cabo un evento cultural, debe tener una intención, algo que te impulsa a luchar por conseguir lo que deseamos. Nuestra intención es el Festival de Cine Oro Negro, desde su origen en el 2016, hemos buscado acercar a los jóvenes realizadores con los creadores que tienen experiencia en la industria audiovisual, desde varios enfoques: la formación de públicos, la competencia, la exhibición y la capacitación.

La experiencia en estos 4 años ha sido nutrida, rica, pero también complicada. Hemos padecido la cancelación de patrocinadores, que han tenido que cerrar sus negocios por la inseguridad o la reducción de apoyos por las bajas en sus ventas, el convencer a invitados que temían visitarnos por la violencia, además de las otras muchas cosas típicas de cualquier festival cinematográfico.

La violencia ha sido tanta y nos ha permeado de forma tal, que en las conferencias de prensa que hemos tenido en la Cineteca Nacional y en el IMCINE de Ciudad de México y en el Ágora de Xalapa, los reporteros nos han preguntado sobre el hecho sangriento más reciente que haya sucedido en la región y si establecíamos alguna postura al respecto.

Y si, nuestra postura seguirá siendo la misma, continuaremos realizando este Festival porque creemos que es necesario para abrir espacios de reflexión, para brindar oportunidades al talento local, para formar una sociedad más crítica y abierta a los temas que nos mueven como humanidad, porque los buenos somos más, porque la Cultura y el Arte son el camino para una mejor sociedad, y hasta somos más aventurados cuando nos preguntan, ¿Por qué hacer un Festival de Cine en el Sur de Veracruz?, la respuesta siempre será: ¿Por qué chingados no?.